martes, 17 de agosto de 2010

Sencillos consejos para ahorrar carburante

Consejos que nos pueden servir para ahorrar carburante, tanto en nuestros desplazamientos diarios como los que vayamos a hacer durante nuestras vacaciones.

Lo primero que debemos tener en cuenta es no excedernos con el equipaje y empeñarnos en llevar todo lo que podamos, vayamos a necesitarlo o no. Según los estudios realizados, por cada 100 kilos de carga en el coche, el consumo del vehículo aumenta un 5% (lo bueno es que ya sabes cuanto cobrar a tu amigo pesado por llevarlo en coche). Si disponemos de baca pero no la vamos a usar, lo conveniente es retirar las barras ya que perjudican la aerodinámica del vehículo, incrementando el consumo en un 2% aproximadamente.



La temperatura en el interior del vehículo debe oscilar entre los 22 y los 23 grados. En mis dos coches siempre he llevado el climatizador a esta temperatura y menos en ocasiones muy puntuales, siempre he viajado cómodamente, tanto en invierno como en verano. Claro que, si eres de los que no se quita la chaqueta de verano al entrar el coche, acabarás pasando calor a esa temperatura, pero no es porque la hayas regulado muy alta sino porque a ti te sobra ropa. El no utilizar correctamente el aire acondicionado dispara el consumo hasta un 20%.

Por otro lado, tampoco es conveniente circular con las ventanillas bajadas si circulamos a más de 100 kilómetros por hora. Además de ser incómodo por el ruido y llegar despeinados, el vehículo nos puede gastar un 5% más ya que también perjudicamos la aerodinámica.

Cuando arranquemos el coche, no hace falta que pisemos el acelerador. Todos los coches actuales están tan bien puestos a punto y tienen una electrónica tan lograda que son capaces de ponerse en marcha y aguantar al ralentí sin trucos de ningún tipo. No es bueno ni para el motor ni para nuestro bolsillo.

Con las retenciones, si vemos que nos vamos a detener de forma prolongada durante más de un minuto, lo aconsejable es parar el motor del vehículo. Conseguiremos un doble beneficio: por un lado, no consumiremos combustible de forma absurda y además evitaremos aumentar la contaminación de nuestra atmósfera.

Lo correcto es circular siempre en la marcha más larga posible. Por norma general y en terrenos llanos, con un vehículo de gasolina podremos circular entre 2 000 y 2 500 revoluciones sin ningún problema mientras que en caso de un diésel, el margen ser reduce hasta las 1 500 o 2 000 vueltas. Eso si, intentaremos no pedirme demasiada carga al motor, es decir, en caso de tener que realizar un adelantamiento o subir una cuesta, es mejor bajar una marcha antes de intentar sacar el pie por el otro lado.

La primera velocidad sólo sirve para poner en movimiento el coche. Si pensamos en unos datos orientativos, es aconsejable cambiar a segunda a los seis metros aproximadamente y a tercera cuando hayamos alcanzado los 30 kilómetros por hora. La cuarta podremos usarla desde los 40 km/h así que no es nada descabellado circular en esta marcha e incluso en quinta por ciudad para ahorrar combustible.

Con mi experiencia la volante, he visto que mantener una velocidad uniforme disminuye el consumo y además nos permite conseguir los tiempos más bajos en un viaje. Por un lado, frenar para volver a retomar la velocidad de crucero nos obliga a consumir más combustible. Esto deriva muchas veces de una distancia de seguridad inadecuada. Con más metros de margen respecto al coche que nos precede, podremos levantar el pie del acelerador en vez de frenar, haciendo que el vehículo pierda menos velocidad antes de poder volver a acelerar con suavidad.

Además, cuando no estamos acelerando y llevamos una velocidad engranada, el consumo del vehículo es nulo ya que el propio giro de las ruedas ayuda a mantener en marcha el motor. Sin embargo, si vamos en punto muerto, el consumo será de aproximadamente 0,3 litros de carburante a la hora.

Por último, dejo el detalle más importante: revisar la presión de nuestros neumáticos, tanto por nuestra seguridad como por nuestro bolsillo ya que una presión incorrecta aumenta el consumo y el desgaste de los neumáticos. Recordad que los fabricantes indican presiones recomendadas con equipaje y sin él. En caso de llevar el coche cargado, las ruedas traseras suelen llevar dos décimas más de presión que cuando circulamos en vacío.
En ocasiones anteriores os hemos hablado de medidas de conducción eficiente para sacarle un mayor partido al combustible y conseguir más kilometraje por menos dinero. Sin embargo, la eficiencia no sólo hay que buscarla a la hora de conducir, también a la hora de estacionar el coche o repostar.

Por ejemplo, aparcar el coche a la sombra o en un subterráneo no sólo reduce el calor del interior y reduce el deterioro de los distintos elementos, también evita la evaporación de cierta cantidad de combustible. Un beneficio adicional: no hará tanta falta el A/C recién arrancado el coche. Por ello, siempre que sea posible, el coche debe estar en el lugar menos caluroso posible. Este consejo es válido para primavera y verano, en otoño e invierno es preferible evitar el frío extremo
Pero centrémonos en el repostaje, que es una cuestión peliaguda. No hay que esperar ahorros muy significativos con estos consejos, pero sí contribuyen a malgastar menos dinero. Estas son las cosas que deberíamos tener en cuenta en las gasolineras:

Acudir a la gasolinera a primera hora: La temperatura del ambiente y del suelo es más baja y la densidad del carburante mayor. Se llenará más depósito con el mismo dinero, pero el aumento es muy pequeño (en un depósito pequeño casi inapreciable). Por otra parte, los depósitos subterráneos han tenido menos actividad, el carburante tiene menos espuma o sedimentos flotando. Si vemos que acude un camión de suministro o que ya está ahí, mejor repostar en otro momento.
Hay que cerrar bien el depósito para minimizar la evaporación del carburante. Basta con fijarse que al abrirse el tapón sale cierta cantidad, por eso es tan peligroso fumar o utilizar el móvil en las EESS y está prohibido.
Pulsar con suavidad el gatillo del surtidor: Cuanto más lento sea el vertido menos gases se originan y menos carburante vuelve de esta forma al surtidor. En un depósito de 50 litros la diferencia puede ser de un litro.
En vehículos a gasolina, utilizar el octanaje recomendado. La gasolina de 98 octanos puede mejorar sensiblemente el rendimiento en algunos motores (especialmente los potentes, alta cilindrada o gran tasa de compresión) pero puede no ser rentable por la diferencia de precio. Más información al respecto en este post.
Llenar el depósito antes de que llegue a la mitad: El rendimiento disminuye ligeramente por la cercanía de los posos del depósito y por la mayor evaporación del carburante. Además, en invierno es muy recomendable en zonas de montaña o fuertes nevadas llevar el depósito lleno para poder alimentar la calefacción en caso de quedarnos “tirados” y para aumentar la adherencia con nieve al tener más peso el coche.
Consultar los precios de las gasolineras más cercanas o de camino al trabajo, el ahorro puede superar el euro por depósito. La Web del Ministerio de Industria, Turismo y Consumo informa de los precios de todas las EESS.
No apurar la reserva: Puntualmente no es algo malo, pero tomarlo como costumbre puede dañar el motor, sistema de inyección o escape al acumularse posos en la parte baja del depósito con grandes impurezas. Disminuye el rendimiento y aumentan las emisiones contaminantes.
Aprovecharse de las tarjetas de afiliación: Algunas gasolineras bonifican a sus clientes habituales en forma de puntos o de descuentos en carburante, estas últimas son las más interesantes. Conviene mirar las distintas ofertas para elegir la más ventajosa.
Evite las gasolineras de las autopistas llenando antes el depósito: Las EESS más concurridas suelen tener precios más elevados y mayor actividad, con lo que suministran más espuma que otras o con más posos.
Prevenir el combustible “rebajado”: algunas EESS tienen el combustible de menor calidad que otras, y repostando en otra gasolinera se pueden conseguir diferencias de 100-300 kilómetros por depósito. Cuando sospechemos que el rendimiento del motor no es óptimo, probemos a repostar en otra gasolinera de otra marca con el depósito lo más vacío posible, para poder ver la diferencia. Si los números cantan…
Evidentemente, no hay que anular los sutiles efectos de estos consejos conduciendo de otra forma, de nada sirve ahorrar si luego derrochamos más de lo retenido. Poco a poco se puede ir ahorrando un dinero que de otra manera estaríamos desperdiciando, y a mayor kilometraje, más se va a notar.


FUENTE: circulaseguro.com

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